jueves, 31 de diciembre de 2020

2020 casi me deja sin padres.

Creo que en diciembre de 2019 ya muchos experimentaban un serio presentimiento de que el año entrante no iba a ser tan bonito. Recuerdo que en algún momento de ese mes, sentí que vendrían muchas "sorpresas", pero quizás no presté mucha atención. Después de todo, aunque creo en las señales, no las reconozco todas. En fin, 2020 llegó al planeta con mucha agresividad. Incendios, la tercera guerra mundial, batallas políticas, huracanes, entre muchas otras cosas más.

Pero el Coronavirus fue lo que desató en el mundo tanta desolación, y en lo personal, la peor tristeza que he sentido en mi vida de 36 años y contando.

Viviendo en casa de mis padres, con mi amada novia/esposa lejos y temporalmente en su casa, la tristeza llegó a nuestra puerta. Recuerdo el día en que se anunció que el Covid ya estaba acá; y sé que no solamente yo sentimos un soplo de incertidumbre y nervios terrible, porque todos estábamos y estamos amenazados por semejante virus asesino.

Mamá le rogaba a papá que se cuidara en las calles mientras trabajaba, todos hacíamos enormes esfuerzos por mantener limpias nuestras manos y hogar, pero nada pudo ser efectivo. El Covid llegó a la familia, azotando despiadadamente primero a mi padre de más de 60 años, y seguido a mi madre de casi 60 años. Vi caer dos robles, dos árboles llenos de heridas del pasado, pero con corazones enormes que sentí que en algún momento iban a dejar de latir.

Al mismo tiempo, mi cuñada llamaba a un médico privado (excelente, por cierto) para que evaluara la situación en mi casa. Jamás quisimos ir a un hospital, pues para nosotros, hacer eso era despedirnos de nuestros viejos. Y no quiero decir que en los hospitales no hay profesionales que arriesgan sus vidas, simplemente, no quisimos hacerlo. Aunque la economía estaba demasiado dura en esos tiempos, con tantos gastos en medicinas y tanta gente comerciando todo lo necesario a precios absurdos nos quedamos con el doctor privado que mencioné al inicio de este párrafo.

Los análisis del doctor no eran nada alentadores, tanto mamá como papá estaban muriendo. El Covid estaba dentro de ellos, hizo una sala, un comedor y un patio en sus cuerpos, y no se quería ir. Mis padres empezaban a dejar de comer, a no salir de los cuartos donde los teníamos aislados y lo peor de todo, a hacer silencio; pues dormían todo el día y de no saber que estaban allí, nadie lo sabría.


Fue doloroso verlos tantas semanas, así, aunque gracias a Dios nunca presentaron el terrible problema de la respiración escasa o acelerada, nunca, gracias a Dios. Solo presentaron esa fiebre terrible tan alta, la pérdida de un par de sentidos y del apetito, y la tristeza interior de no saber qué podría pasar con ellos en un par de días.

Mientras eso pasaba, el doctor me preguntaba si me sentía bien, para entonces yo ya tenía dificultad para respirar profundo, como siendo muy difícil para mí bostezar o suspirar, y contando al médico de un pequeño espasmo que sentía en mi espalda, lo que le llevó a declarar que yo también estaba infectado. Y a mi hermano, igual, también caía como la cuarta víctima del Covid... Y luego mi cuñada. Verdaderamente pasábamos la peor etapa de nuestra historia.

Fueron semanas de dolor, de mucha tristeza, de desesperación. De llorar mientras comía. De haber enviado a mi hermana a "vivir" a casa de mi hermano para evitar que se contagiara. De hacer mucho té con cualquier cantidad de hierbas que salían en las noticias para combatir la enfermedad. De ver a mis padres casi muriendo, sin ánimo, sin nada más que el cuerpo sudoroso y caliente en las camas. De recibir apoyo económico de tanta pero tanta gente que se preocupó y oró por nosotros. De ir a hacer compras solo al supermercado sabiendo que en casa mis viejos sufrían. De ir a visitar a mi amor a su casa y no poder besarla ni tocarla, ni acercarme a ella. Y llorar mientras nos saludábamos de lejos utilizando ambos las mascarilla.

De ver a mi padre contento al ser declarado el primero DE ALTA por el médico, y ver que mi madre seguía muy mal.

De estar a punto de despedir a mi madre justo en el momento en que mi hermano (sano en ese momento y yo también) me dijo: "Tenés que estar preparado, vamos a llevar a mamá al hospital. Ya no podemos hacer nada nosotros. En manos de los médicos ella tiene que estar mejor". Y transportarla en mi carro hacia el hospital acá en Managua, verla entrar de la mano de mi hermano a ese hospital en el que visiblemente vivía la desesperanza, y no saber si la iba a volver a ver viva.

No saber si mamá algún día iba a volver a cocinar sin parar, a enviar sus cadenas de mensajes con citas bíblicas por WhatsApp, no saber si mamá iba a volver a casa.

¡Pero lo logró! Mamá fue "expulsada" del hospital. Le dijeron que no estaba tan mal como creía; y ahí nos dimos cuenta cuán valioso es orar. Cuánto le pedimos a Dios, cuántas noches de rodillas suplicando al Padre por la salud de ellos, de todos en el país, de todos el mundo que tanto sufrieron y siguen sufriendo. 

Simplemente resultó. Dios escuchó y nos devolvió a los viejos. Fue algo increíble cuando vi a mamá enviar una foto a sus contactos tomando su primera sopa con la camiseta que le regalé que decía "Super Mamá", porque lo es.

En diciembre, falleció Waldo, era mi perro/hermano que estuvo con nosotros alrededor de 10 años, por ahí más o menos. Ahora comprendo que cumplió su deber, cuidarnos hasta que se sintió listo para ir al Cielo de los Perritos. Desde allá arriba nos cuida y nos saluda, nos ve vivos y nos dice que le tocaba a él, no a mis viejos. Y comprendo que tenía que acudir al llamado. Lo extrañamos muchísimo.


Y así termina 2020, un año durísimo, el año en el que más lloré de todos mis 36 años. Pero sobre todo, el año en que descubrí lo que significa la fe, y cómo Dios siempre está allí, amándonos, cuidándonos, consolándonos, y enseñándonos que con ese movimiento leve y sencillo de poner las rodillas en el suelo, todo es posible.

Erick Ruiz José

Periodista

31 de diciembre de 2020

viernes, 4 de septiembre de 2020

EL EFECTO MESSI: INSATISFACCIÓN LABORAL AL MÁXIMO ESPLENDOR

¿Has sido el Lionel Messi de tu empresa? ¿Te ha pasado que tienes la necesidad de gritarle a tu jefe todo lo que nunca nadie le ha dicho? Pues sí, has sido el Messi de tu lugar de trabajo porque has sentido tanta frustración e insatisfacción que has llegado al punto de dejar de amar tu profesión. Aunque después eso se te pasa.

Así es, lo que estamos viendo que sucede con el Mejor Futbolista de la Historia, (según yo y también respaldado por muchos de los mejores deportistas del planeta) es una muestra más que clara de que cuando se intenta ser exitoso junto con la compañía para la que trabajas, pero esta no comparte o incentiva tu espíritu, es momento de cambiar de aires.

Para los no apasionados al fútbol, Lionel Messi ha sido una parte fundamental de la etapa más exitosa del equipo FC Barcelona en España. Ayudó a que este equipo ganara 3 Ligas de Campeones en Europa, muchos títulos en la Liga Española, varias Copa del Rey, Mundiales de Clubes; además de levantar 6 veces el Balón de Oro, lo que lo situó como el jugador que más lo ha ganado. En fin, ha sido un atleta sorprendente, pero en los últimos años y debido a una mala gerencia, ha visto cómo sus ilusiones y metas se caen a pesar que nunca ha dejado de hacer su máximo esfuerzo.


Es así como podemos comparar esta situación con nosotros mismos, o con algún conocido que haya dedicado su mayor empeño a sus labores pero que nunca vio cómo sus “jefes” (no líderes) retribuyeron su actitud ganadora. Y de repente, el estimado trabajador empieza a bajar su rendimiento o simplemente renuncia, dejando atrás años de experiencia y excelente desempeño, incluso hasta por buscar algo que le dé mejores beneficios económicos aunque se trate de algo diferente a su carrera.

En muchos sitios web se encuentra información sobre qué hace que un profesional abandone su puesto de trabajo. Por ejemplo, en el siguiente enlace se enumeran causas de la insatisfacción laboral: https://mejorconsalud.com/signos-insatisfaccion-laboral/

Ahí se menciona que el salario bajo (miserable, como muchos salarios en Nicaragua) es una de las causas más notorias. “No pagar horas extras, cobrar por medio tiempo cuando se trabaja jornada completa o que pasen años hasta que se actualice la categoría o puesto pueden ser también motivos de insatisfacción laboral”. 


Claro que esto del salario no es algo que afecte a Messi, pero sí hay “jugadores” en otras posiciones de la cancha que también necesitan un “cariñito” por parte de sus superiores. ¿Alguna vez sentiste que te merecías un aumento, lo solicitaste, y ni siquiera obtuviste una respuesta negativa pero explicada? A mí me pasó, y creo que después de varios años aún estaría esperando el premio.

En fin, otra de las causas por las cuales tú puedes seguir a Messi en la búsqueda de un equipo con deseos de éxito es el anonimato. Dice el sitio web que consulté que “más allá del tipo de empleo que tengamos, lo cierto es que a todo el mundo le gusta sentirse reconocido y elogiado por lo que hace”. Nuevamente a Messi lo menos que le hace falta es el anonimato, pero ciertamente muchos lo culpan por los fracasos del equipo completo.

Hay otro caso, quizás de los peores, los jefes autoritarios. Es que hasta hoy se enseña sobre liderazgo, aunque muchos líderes piensan que lo son pero les falta mucho para comandar un equipo donde impere la justicia. Pero sí, “cuando un jefe es prepotente y desconsiderado o se acapara todo el crédito de los resultados a pesar de que los demás hicieron el esfuerzo, es normal sentir insatisfacción laboral”; y esto le sucede a Messi que cuenta con una Presidencia del equipo que cada día sorprende con sus decisiones absurdas que no benefician al grupo.

Pues bueno, creo que la idea se entiende, ¿verdad? Ahora, quiero hacerte un par de preguntas a ver si te identificas con Messi.

  1. ¿Alguna vez has visto cómo se incentiva a otros por hacer un trabajo que salió fácil y a vos NO por algo que te costó mucho?

  2. ¿Han seleccionado a otro para ser el nuevo jefe en lugar de tu persona que durante muchos años demostraste tener madera para ello?

  3. ¿Han puesto a algún individuo sin experiencia a ser tu jefe?

  4. ¿Se han burlado de vos cuando has exigido un aumento de salario?

  5. ¿Has dado sangre, sudor y lágrimas por la compañía que te dio una gran oportunidad pero no has avanzado ni un poco para crecer económicamente?

  6. ¿Has sido premiado por agentes externos que han reconocido tu valor profesional, pero nunca has recibido ni siquiera una felicitación por parte de tu propio equipo?

  7. ¿Haces muchísimo para que tu compañía se destaque pero tus compañeros hacen solo lo necesario para cobrar su quincena?

Si todo esto te impacta, entonces, amigo o amiga mía, búsquese otro equipo. Seguramente, le irá mejor, aunque le cueste mucho más.

Échense alcoholito y usen la mascarilla.

Erick Ruiz José

Periodista

4 de septiembre de 2020. 



domingo, 2 de agosto de 2020

La Ortografía es un asunto de todos, pero una fascinación para muy pocos.


Si usted es de los míos, de los que simplemente detestan las faltas de escritura, de los que padecen “intolerancia a la carencia de ortografía” y que siempre están corrigiendo a los demás por una coma mal ubicada, o por una tilde que debería ir en alguna palabra; entonces bienvenidos a un mundo imperfecto que, en realidad, quisiéramos fuese mejor.


¿Preparados para sentirse incómodos? Como es usual, acá en Opinión Libre vamos a tocar un tema que trastoca lo más profundo de la piel de muchas personas, aunque no debería ser algo que cause animadversión en un sinnúmero de individuos que viven día a día dentro de una burbuja de conformismo o desinterés apelando al típico “de todos modos me entendiste”; como si fuese responsabilidad u obligación nuestra digerir toda falla a la lógica lingüística / gramatical para adaptarnos a la mediocridad textual.

¡No, señores! ¡Me rehúso! ¡Va contra mi ética y mis principios! ¡Y sé que hablo por muchos! ¡Jamás toleraré la cacografía! (Significado de cacografía)

A ver, jóvenes. La ortografía es valiosa en cualquier parte del mundo, en cualquier idioma, y sobre todo, en cualquier red social. Muchos dirán que esto no tiene importancia, pero en efecto, la ortografía es nuestra principal carta de presentación, incluso más que nuestra imagen, porque a veces muchos no tenemos cómo lucir mejor, ya sea por la ropa o por otros factores estéticos sin importancia. Sin embargo, un método pulcro para demostrar nuestro profesionalismo es, precisamente, la ortografía.

¡Ninguna profesión está exenta!

Decir "mala ortografía" está mal.  La palabra ortografía se forma de dos componentes griegos: "orto" que quiere decir “correcto, derecho”;  y "grafía" que es “escritura”. Por ende, ortografía significa "correcta escritura". Si decimos "mala ortografía" estaríamos refiriéndonos a una "mala buena escritura".
¿Se comprende?


Si no me creen, pregunten lo siguiente a quiénes lo deseen: “¿Usted cree que si yo escribo bien, se me verá mejor a la hora de desempeñarme en mi carrera o en mi trabajo?” No tengo dudas en que la mayoría de las personas, sean quienes sean, les contestarán con un “Sí” rotundo. Y créanme, no se trata de decir que nadie tiene derecho a fallar, o que la ortografía es una cuestión de niveles sociales o económicos, para nada. Sino que debemos reconocer que se trata de un tema tan fascinante, que debería ser importante para todos.

Es un problema mundial.

Según Lennox Morrison, de la BBC, “hay páginas web y publicaciones online repletas de estos errores, así como líderes mundiales que algunas veces no hacen una pausa antes de enviar sus mensajes”.

Además, detalla que “estos pequeños errores no solo tienen el poder de hacernos ver menos inteligentes de lo que somos: una mala escritura también puede crear confusión, poca claridad y falta de coherencia”. (Leer: La verdadera importancia de tener buena ortografía). 

¿Ven? No soy el único que lo dice, para que no me crucifiquen por hablar de un tema que le incomoda a tantos. Pero no debería ser así. Es solo cuestión de entender que así como queremos ser mejores ciudadanos, perder peso, no consumir tanta chatarra, leer más libros, asistir a la iglesia, ver mejores series, y otras acciones de cambio personal; también podemos sentirnos mejor al presentar escritos impecables, limpios, sin mancha alguna que nos den a cambio los elogios de los demás. ¿Hay algo de malo en recibir reconocimiento?

En fin, a como dijo Simon Horobin, profesor de inglés y literatura en la Universidad de Oxford: “Es mejor parecer un poco quisquilloso y anticuado, que tratar de parecer más relajado y terminar molestando a todo el mundo por todos los errores básicos que cometiste”. Sencillo, pero tan complicado para muchos.

Yo se los digo en serio, es de mi total desagrado leer cómo escriben algunas personas, y en muchísimas ocasiones, muchos famosos, “influencers”, profesionales; de esos que la gente “admira”. Irremediablemente no encuentro lógica en elogiar tanto a una persona común y corriente si al leer las “maravillas” que escriben les encuentro más de un error. Pero bueno, todos estamos expuestos a tropezar, aunque es incomprensible que tratándose de grandes personalidades no se preocupen por algo así.

Nos llaman “Grammar Nazis”.

Que se llegue al punto de tildar a los interesados en la ortografía como “Nazis de la Gramática”, ya es algo extremo, pero en realidad, me enorgullezco de ello (y sé que otros también se enorgullecen); porque nos sentimos bien con nosotros mismos, y les puedo jurar que corregimos con el ánimo de ayudar. Lo que sucede es que el corregido se siente ofendido fácilmente, y es comprensible; a nadie le gusta ser corregido.



Según un estudio de PLOS ONE, los que corrigen las faltas de ortografía a los demás son unos cretinos. JAJAJAJAJAJA… Nos gusta ver el mundo arder; pero insisto, no es esa la intención. Solamente creemos que lo utópico de un mundo imperfecto algún día puede volverse realidad. Y así como a Bad Bunny se le dio el premio al mejor compositor del año, también la ortografía será un asunto relevante para los grandes emporios del arte en cualquiera de sus expresiones.

“Nada puede hacerte perder credibilidad más rápido, y hacerte ver como un ignorante, que un error ortográfico"; expresa Roslyn Petelin, profesora de escritura en Australia; y no puedo estar más de acuerdo.

Así que por favor, si alguna vez notan que cometo un error, no duden en señalarlo, aunque sea en público, no soy débil en este sentido. A mis casi 36 años he aprendido algo nuevo todos los días, y si se trata de proteger y fortalecer mi manera de escribir, les estaré eternamente agradecido.

No pasa nada, es lo que pienso. Gracias a los que leyeron hasta el final.

Erick Ruiz José
Periodista
2 de agosto de 2020.



domingo, 28 de junio de 2020

¿Realmente sabemos quiénes son o qué útil hacen los famosos que admiramos?


OK, Susceptibles, no lean. Acá voy a hablar de algo que siempre me ha resultado curioso por su amplio impacto en la tolerancia de la  gente. Tiene que ver con esas expresiones de admiración a las personas famosas o que se vuelven famosas  gracias a nuestros “likes” y halagos.


¿Realmente sabemos quiénes son o qué de útil hacen los famosos que admiramos?
Vámonos al 2 de febrero de 2020. El Superbowl de la NFL se desarrolló en en Miami, Florida, en el Hard Rock Stadium. Allí se llevó a cabo el espectáculo de medio tiempo con las actuaciones de Jennifer Lopez y Shakira, el cual fue realmente sorprendente.

Ellas mostraron mucho talento para el canto, el baile, etcétera. Y es aquí donde radica la pregunta que titula esta entrada de mi blog. Vi muchos comentarios de personas, mujeres y hombres, diciendo: “Guau, ¡cómo las admiro!”

Y pensaba yo: ¿Será que la manera en que se desenvolvieron en el show es lo que causa esa admiración? ¿O quizás esos admiradores conocen sobre las obras sociales de Shakira o de Jennifer Lopez e inmediatamente conectan el espectáculo con su filantropía?

Investigando encontré que Shakira participa en muchas causas sociales que quizás  algunos de sus fanáticos no conocen. Por ejemplo, Shakira diseñó un pañuelo para la colección de los muñecos denominados "Baby Pelones", que carecen de cabello en honor a los pequeños con enfermedades oncológicas. El dinero recaudado será destinado a las necesidades de esparcimiento de estas criaturitas, a través de la fundación Juegaterapia.Shakira: 22 razones por las que la cantante nos inspira

Eso y mucho más hace Shakira a través de la fundación Pies Descalzos que dirige desde hace muchos años con éxito. De Jennifer Lopez no investigué nada porque no quise. En fin, los famosos que admiramos, quizás no todos, tienen algo más que ofrecer que solo cómo se ven, la ropa que usan, o con quiénes tienen relaciones de pareja. Pero la gente sencillamente no se esfuerza en profundizar. Solo admiran por moda.



Ahora, lo que está de moda, precisamente. Lo del nuevo modelo de Calvin Klein. Estamos conscientes de que la millonaria marca de ropa solo quiere vender más y más, ¿verdad? Al menos eso es lo que millones percibimos, y si esto le molesta a alguien pues no lean blogs, porque en un blog se escribe lo que se quiere. Es grafitti con puntuación.

Cuidado con admirar de más

Por favor lean este artículo:¿Por qué admiramos?

En él se mencionan puntos por los cuales admirar a una persona es válido o al menos justificable, desde mi punto de vista. Por ejemplo, el artículo dice que “la persona admirada es un ejemplo a seguir: Es alguien cuyas cualidades humanas le hacen ser un ejemplo para todos. Suele coincidir con emociones positivas como honestidad, generosidad, valores éticos, cercanía y sobre todo antepone el beneficio de los demás al suyo propio”.

¿Cuáles de tus conocidos llamados a sí mismos “influencers” cumplen esa aseveración? ¿Será que tu exreina de belleza es digna de tanta reverencia? ¿Es posible que tu Youtuber favorito realmente merezca tanta pleitesía, tanto halago?

Recuerden que en países como Nicaragua muchos “admirados” ahora son repudiados por amplios sectores de la sociedad por cuestiones políticas. Entonces, ¿estás seguro de que tu admiración sin sentido ni profundización no hará crecer a un monstruo que después puede decepcionarte?

A esto me refiero. Admiremos a quién queramos, claro que sí, pero exijamos que esa admiración sea acompañada por algo más útil que solo cuán lindos se ven en sus fotos de Instagram.

Tristemente vivimos en un mundo en el que tenemos que hacer homenajes para todos y por todo, incluso  por lo normal o lo rutinario, y sobre todo, hasta por lo ridículo.

De cualquier forma estaremos siendo más que únicamente seres que se alimentan de lo superficial y lo esporádico. Es necesario que después de tanto dolor, aprendamos a ser personas más pensantes que se interesan en lo que hay más allá de nuestra corta visión.

No pasa nada, solo tenía ganas de escribir sobre esto.

Erick Ruiz José
28 de junio del terrible 2020

lunes, 4 de mayo de 2020

¿Y si nos quedamos trabajando desde casa?


El terrible, inoportuno e incómodo Coronavirus nos ha enseñado cómo vivir de una manera tan distinta que hemos tratado de hacer muchos cambios de nuestra rutina. Desde cómo salimos a la calle, pasando por cómo regresamos a nuestros hogares, hasta cómo enfrentamos la pandemia desde lo laboral.


Es cierto que todo esto de la cuarentena ha resultado mucho más difícil para las familias que deben salir obligatoriamente para ganarse el sustento, y esto duele demasiado considerando que la pobreza en todos los países no permite que muchos se protejan apropiadamente.

En fin, solo podemos desear lo mejor para todos ellos, confiando en que no se contagiarán (todo y cuando los gobiernos y empresarios se unan para emitir y desarrollar acciones).

Ahora, considerando que muchas empresas lograron o están logrando subsistir con sus empleados laborando desde sus casas, ¿será tan utópico mantener a los trabajadores que se pueda en sus hogares? Es decir, ¿será necesario ineludiblemente que todos regresemos a las oficinas cuando hemos demostrado que podemos hacerlo desde la casa?

Si la productividad del empleado no bajó durante la cuarentena, ¿por qué no lo dejas continuar?

Yo lo haría. ¿Ustedes no? Si puedo confiar en mis trabajadores y considero innecesario que se presenten a la oficina todos los días, entonces por qué desaprovechar esa realidad.

Pensemos que al trabajar desde casa uno es dueño de su tiempo y lo administramos mejor, lo que se traduce en flexibilidad horaria. Además, al no “aportar” al consumo de energía en la oficina, contribuimos en la preservación del medio ambiente al  reducir las emisiones de gases provenientes de nuestros vehículos.

Visiten esta nota para que vean lo simple que se explican 5 ventajas sencillas de trabajar desde casa. 5 razones por las que trabajar desde casa es más productivo 

Ahí se menciona que “en los centros de trabajo muchas veces se genera un sentimiento de estrés laboral muy desagradable. Si optas por el teletrabajo estarás en casa desarrollando tus tareas, será más difícil que el estrés invada tu jornada laboral”. ¡Qué sencillo es!

Ahora, lo que faltaría es conciliar algo con los empleadores que permita que las tareas se sigan desarrollando desde el hogar. Y quizás no se requiera esta modalidad durante toda la semana; sino programar unos 3 días desde allá para que así se puedan hacer rotaciones que permitan que la mayoría o al menos la mitad del personal participe. ¿Se entendió eso?

¿Será necesario que un contador vaya todos los días a la oficina? ¿O un agente de servicio al cliente que puede contar con internet en su casa para realizar sus funciones? ¡No sé! Lo único que sé es que cuando hay voluntad de todas las partes, todo es posible. Y el que vaya a decir de inmediato que esto es imposible, entonces no está dispuesto al diálogo y mucho menos al entendimiento.

Si un empleado me solicitara continuar laborando desde la casa después del pico de la pandemia, yo analizaría su rendimiento y le pediría que trazara metas; y a darle la oportunidad. Si algo no está roto, para qué vas a intentar repararlo.

¡Gánate la confianza de tu trabajador! Él es más importante que tus clientes.

Muuuchas gracias.

Mayo 5 de 2020
Erick Ruiz José

lunes, 30 de marzo de 2020

De aquí a las 8, la cuneta ya estará seca. (¿Vos regás tus muros?)

A ver, a ver, el mundo no gira alrededor del CORONAVIRUS, no señoras y señores. Tenemos que enfrentar la realidad tomando en cuenta las precauciones pero también ateniendo a otros problemas muy serios que los seres humanos tenemos.


Recordemos que nos está yendo muy mal por nuestra propia culpa, por nuestras decisiones absurdas, por todo lo mal que nos hemos portado y que nos seguiremos portando. A no ser que en realidad comencemos a ser mejores seres humanos, aprovechando la oportunidad que el planeta nos está dando.

Pero, ¿por qué tanto bla-bla antes de entrar en materia? Porque acabo de caminar varias cuadras alrededor de la residencial donde vive mi madre y he visto al menos 5 dueños de casa (y una pequeña niña) regando los muros, las cunetas, y las calles. Lo más raro fue que no vi ni una sola flor o planta recibiendo ese refresco.

No aprendemos, definitivamente, seguimos devorando todo, desperdiciando los recursos, asesinando al mundo. Pero cuando aparece algún virus nunca estamos preparados. Somos un desastre total.

En fin, ver a la gente desperdiciando el agua es una de las imágenes que más me chocan. Otra puede ser ver a una madre o padre caminando por la calle y sus niños pequeños a la par de ellos sin llevarlos de la mano, ante el peligro de los carros circulando. Tampoco me gusta que los servidores públicos traten mal a los ancianos. ¡Detestable!

Hace un millón de años escribí para la página de opinión del extinto El Nuevo Diario, un artículo titulado "Las aceras sedientas de Nicaragua". Se notaba mi ingenuidad al escribir, pero la idea era la misma. Esa nota ya no se encuentra en internet, pero sí en un link de Bacanalnica.com. Por si acaso les interesa leerlo, acá está: Las aceras sedientas de Nicaragua

¿Cuánto tiempo dura una acera mojada y fresca? ¿Unos 10 minutos quizás?
Entonces, ¿cuál es el chiste?


Lo increíble es que desde los más grandes hasta los más chicos lo hacen. Y no me digan que algunos lo hacen por aburrimiento por la cuarentena, porque no les creo. Siempre han sido adictos a desperdiciar el agua, pero cuando el servicio es interrumpido, de inmediato critican a los que lo administran. Y estos a su vez, no fiscalizan el recurso.

Definitivamente Nicaragua tiene mucho por aprender. Por ejemplo, en Chile se aprobó (este mismo año) la Ordenanza de Gestión Hídrica Local, la cual regulará en la comuna de Providencia, el uso del agua para el riego de áreas verdes y árboles, además de prohibir el lavado de aceras y entradas de vehículos, entre otras superficies. Multas contra el desperdicio de agua en Chile

Dice la nota de Meganoticias que "las excepciones serán, aquellas zonas que por razones de salubridad, deban lavarse por parte de la Municipalidad o se solicite autorización debido a las mismas razones, por parte de particulares". Es decir, todo en orden.

¿Y los vecinos? Pues Providencia multará con hasta $250.000 a los vecinos que rieguen las veredas. O sea, no andarán con cuentos ni contemplando a nadie. ¿Por qué este tipo de medidas no se ven acá? Imposible de comprender. Y es que no se trata de que venga el gobierno o alguna autoridad a hacernos entender que somos irresponsables con este recurso; eso es algo que todos deberíamos saber. No podemos seguir pensando que el agua es para siempre.

Mientras una parte de la población deshecha el agua sin clemencia, otros sectores, especialmente los más pobres, carecen de ella. Asimismo, la población en Nicaragua no tiene la sensibilidad y la sapiencia ambiental suficiente para reconocer el valor del agua. Cada nicaragüense consume entre 100 y 120 galones diarios de agua potable, superando el promedio normal de 50.6 galones diariamente. 

En el año 2070, una persona sólo podrá consumir medio vaso de agua, una cantidad muy diferente a la de ocho vasos que hoy por hoy se recomiendan. ¿Qué mundo estamos heredando a nuestros hijos? Incluso, los establecimientos de lavado de carros son muchísimos y cualquier rastro de suciedad es removido con agua.

Este es un problema de todos, al igual que la destrucción que avanza lenta pero segura del Lago de Nicaragua, la mayor fuente de agua de Centroamérica y propiedad de Nicaragua. También el “agonizante” lago de Apanás y el “fallecido” lago Xolotlán Todo esto es culpa nuestra.

Nadie más adecuado para destruir al mundo que el propio ser humano. Te invito a que regañes a un vecino, aunque te metás a clavos. Es que si está regando puntos absurdos a las 7 de la noche, de aquí a las 8, la cuneta ya estará seca.

Recordemos que necesitamos mucho el agua para lavarnos las manos.

Muuuchas gracias.

Erick Ruiz José
Periodista
Managua, 30 de marzo de 2020




jueves, 26 de marzo de 2020

El CORONAVIRUS y la oportunidad de ser mejores personas.

El domingo pasado (22 de marzo), sumido en una cuarentena de fin de semana, porque de lunes a viernes me veo obligado a salir a trabajar, decidimos jugar "STOP" en la casa. Recuerdan ese histórico juego? Pues nos acabamos todo el abecedario y al final yo gané. Pero no se trata de quién tiene mejores habilidades para formar palabras con una letra, sino que perfectamente se pueden encontrar buenas formas de entretenimiento en familia para pasar este tiempo tan difícil.



Sé que no soy el primero que ustedes posiblemente hayan leído que habla sobre cómo podemos fortalecer nuestro carácter "gracias" a esta pandemia, pero es la realidad. Podemos ser mejores personas si intentamos apreciar lo que tenemos en casa, nuestras relaciones con los demás miembros y hasta las cosas que se necesitan reparar o modificar de ahora en adelante.


La educadora Vida Gaviria, coach familiar y autora del libro Vida en familia, dice que cada persona enfrenta la situación de una manera diferente. “Identifiquemos qué es lo que más nos funciona. Para algunos, mantener una rutina parecida a la de la vida cotidiana los ayuda. A otros les funciona dedicarse a aquellas cosas que generalmente posponen porque, precisamente, siempre se quejan de falta de tiempo”. 



Para muchos puede resultar difícil convivir con los demás, apegándose a una realidad que durante décadas había perdido valor y constancia, pero quizás debemos centrarnos en que al mismo tiempo en que nos protegemos, podemos comprender que el tiempo en cuarentena puede servir para iniciar de cero en nuestras relaciones y cultivar nuevos sentimientos de unidad en la familia. Apreciarla más.


Por ejemplo, les conté que jugué "STOP", y de repente salieron risas y carcajadas por lo divertido que es ese juego. Y se puede practicar otro tipo de actividades como la conversación, la lectura, ver televisión en familia, compartir opiniones y muchas cosas más.

A ver quién encuentra un apellido que inicie con la K. Tip: Yo uso apellidos gringos o de la costa, como Kennedy. 

Claro, es algo casi imposible para las familias que viven del día a día y tienen que dejar el núcleo para llevar el sustento a casa, y esto duele mucho, en serio, pues la pobreza es una pandemia que siempre ha estado en nuestro mundo.


Por ejemplo, ahora que la mayoría de los niños tiene que estudiar desde casa, se puede fortalecer el lazo con los padres de familia. Poniendo mayor atención al desarrollo de los infantes, sabiendo cómo van en clases y reconociendo de qué manera se puede ser más útil para ellos. Ayudándolos con sus tareas o jugando con ellos, pero no solamente a través de videojuegos.

EL PAÍS cuenta que esta es una oportunidad para "reflexionar sobre la necesidad de mantener a los niños ocupados todo el tiempo. Los niños necesitan calma y sosiego para interiorizar los estímulos que les llegan". 


Podemos hacer mucho, como inspeccionar nuestra casa y encontrar detalles que necesitan reparación, pensar en remodelaciones y quizás hacer planes para emprender en algo que nos brinde ingresos extra. Y también, encontrar nuevos pasatiempos y pasiones que puedan mantenernos ocupados y lejos de la propagación del miedo colectivo que está causando, a su vez, mucho más miedo del que provocan los fallecimientos que vemos en las noticias.

Todos podemos sacar provecho de este triste presente, y valoremos que no solo el CORONAVIRUS está llevándose a miles de seres humanos en el mundo, sino que el planeta está rápidamente presentando muestras de alivio mientras estamos encerrados. Esa sí es una excelente noticia, y seguramente es momento de notar cómo podemos hacer de La Tierra, un lugar nuevamente ideal para vivir.


¿Les parece bien si jugamos "STOP"? Les advierto que soy muy bueno, y que Lima no es un país, sino la capital de Perú.


Muuuuchas gracias.


Erick Ruiz José
Periodista


Managua, 26 de marzo de 2020.

domingo, 22 de marzo de 2020

QUE EL CORONAVIRUS NO ENTRE NI SIQUIERA EN TU CARRO.

A ver, nicas, no es por hacer alarma de todo ni por hacer escándalo de las cosas más “ridículas”; el Coronavirus está en todos lados y nunca podemos descartar los lugares que pueden estar expuestos a él. No nos mintamos a nosotros mismos, esta pandemia está desde en nuestros pensamientos hasta en nuestros planes cotidianos. 


Es por eso que no podemos descartar nada! Incluyendo el carro, especialmente si es el vehículo familiar o si más de un miembro, obligatoriamente, lo tiene que ocupar diariamente. 

Es que, en realidad, para algunos se vuelve necesario utilizar el carro, a pesar de la cuarentena voluntaria a la que muchas familias de Nicaragua se han sometido (lo que es excelente), tomando en cuenta todo lo que se ve en las noticias y con los casos positivos que hasta el momento se han reportado oficialmente o no.

A ver, como ya dijimos que el Coronavirus puede estar en todos lados, qué podemos hacer con el carro. Empecemos por limpiarlo con productos que contengan una base de alcohol. Hablo de las zonas más usadas o manipuladas como el volante, la palanca de cambios, las luces “pide vías” y hasta las “agarraderas”, esas que se usan para cerrar las puertas desde el interior, y las manecillas de afuera.

No olvidemos el radio, los seguros de las puertas, y no hay nada de malo en limpiar el baúl y la carrocería exterior, ya que esta última puede ser tocada por personas ajenas a tu carro cuando estés parqueado en algún lugar o esperando el verde del semáforo.

Así como con nuestros cuerpos, como con la ropa, mantener la higiene en el vehículo puede salvarnos la vida.

Yo he tomado la decisión de cerrar las ventanas hasta arriba cuando estoy en los semáforos, aunque me muera de calor, porque el aire acondicionado gasta combustible, y pues, yo no estoy para estar gastando tanto en eso, además que mi carrito es económico, y pues aunque a mucha gente no le guste dar moneditas a los niños que limpian vidrios, yo sí lo hago (casi siempre). Pero ahora tendré que dejar de hacerlo, aunque si uso unos guantes de médico quizás sí lo haría y si de inmediato me desinfectaría las manos. Lamentablemente así está el mundo hoy en día. (No me gusta usar la expresión “hoy en día”, pero vaya que me gusta cómo suena).

Ahora, si los asientos del carro son de tela, valdrá la pena también darles su limpiadita. Y recuerden también, que si son varias personas las que usan el carro de la casa, entonces todos llevarán estas recomendaciones al pie de la letra, desde la A hasta la Z, sin olvidar la CH, la LL y la Ñ. ¿Ok?




También tomen en cuenta que las aglomeraciones pueden darse en todos lados, así que en el carro traten de no ir más de 3 personas al mismo tiempo. Si algún broder o familiar necesita un “raid”, quizás se debería pensar bien eso, o bien decirles que les brinden pruebas sobre si van o no van desinfectados antes de subirse a su carro. Eso yo lo pensaría bastante, pero ni modo, la cosa está bien fea.

Si los para la policía, pues de la manera más amable pidamos prudencia a los oficiales, y si estos andan protegidos, pues genial. Si nos piden los documentos, debemos desinfectarlos de inmediato y si podemos ofrecerles un poco de alcohol gel a ellos, no lo dudemos. 

Si les toca alquilar un carro, pues pidan garantías a la empresa de renta. Pero lo más recomendable es que se abstengan de alquilar un carro. Ahora sí que el famoso “quédense en casa” cada día toma más fuerza y tenemos que hacer caso. Tomen en cuenta que, según un estudio de CarRentals, habría un 33% más de gérmenes en un carro rentado que en un carro particular. Así que ahí se las dejo.

No olvidemos desinfectar nuestras manos antes de ingresar al vehículo, tanto conductor como pasajeros, y si lo podemos hacer mientras vamos en marcha (claro, con mucho cuidado), pues hagámoslo una vez más, igualmente aguantemos las ganas de toser si llevamos pasajeros.

Todo esto lo digo para tratar de cuidarnos y sentirnos bien, sin embargo, si no te urge, si no es necesario y demás, no salgás de tu casa. Dejá descansar al carro y no andés por todos lados exponiendo tu salud y la de tu familia al implacable Coronavirus. Así de sencillo, o ¿te lo digo en otro idioma?

¡Ánimo, Nicaragua!

Muuuchas gracias.
Erick Ruiz José
Managua, 22 de marzo de 2020. 

#Coronavirus #Nicaragua


lunes, 16 de marzo de 2020

El Coronavirus y su habilidad para desvelar el egoísmo.

Días antes de que estallara (más) la bomba del Coronavirus, me disponía a abastecerme con alcohol en gel y vitaminas para mi familia, sin embargo, muy a lo nica, no lo hice, y se me prendió el bombillo hasta que no pude encontrar nada en las farmacias.


De hecho, mi recorrido inició en el WalMart de la carretera de Managua hacia el departamento de Masaya, luego pasé por dos Maxi Palí, para terminar recorriendo 5 farmacias, ubicadas todas en la vía principal del mercado Iván Montenegro. El resultado: Cero alcohol en gel y únicamente vitamina C para mis seres queridos.

Cada despachador en las farmacias ya esperaba la pregunta: ¿Todavía tenés alcohol en gel? Aunque la respuesta era más que obvia, de hecho los despachadores ya tenían dolor de cuello por pasar, quizás todo el día, diciendo que NO a todos los compradores. Fue realmente sorprendente y todavía lo es hoy saber que no se va a encontrar nada de esto en toda Managua. En los departamentos, la verdad, no sé mucho más.

Solo imaginé a aquellas familias que se pusieron las pilas antes de todo y se abastecieron hasta demasiado. Y pues, qué mala onda, ¿no? El egoísmo se tomó las conciencias de todos y empezaron a dejar los anaqueles con solamente el recuerdo de un producto que, para colmo, no ha sido reabastecido, y eso molesta más.

Ahora, han salido algunos sinvergüenzas a vender alcohol en gel a precios exorbitantes que hacen que muchos hayan optado por comprar alcohol líquido, del normal, que al final creo que también sirve para protegerse. Y qué hablar de los que se han asegurado el aseo personal para meses con tanta compra de papel higiénico. ¡Impresionante!


Y es que no hay suficiente para todos, y pues, en un país como Nicaragua la cosa se siente peor ante tanta incertidumbre y tantos dimes y diretes que a uno lo exasperan todavía más. Y luego vemos que miles critican al gobierno por no tomar medidas visibles ni palpables, y luego salen los otros criticando a los que deciden divertirse en fiestas, los que marchan, los que se encierran, los que se burlan, los que se ríen, los que se deprimen, los medios de comunicación entrevistando a profesionales de la psicología que usan el término "chacota" para describir a quienes hacen humor de la situación, los que usan mascarillas, los que saludan con los codos a manera de gesto amigable para no dejarse sofocar por la paranoia...

¡Y MUCHO MÁS!

Nunca vi a los empresarios hablar sobre cómo combatir la especulación de precios, ni al gobierno emitir comunicados sobre sanciones a los que se aprovecharan del comercio de estos productos, y sobre todo, jamás vi tanto egoísmo. Pero tampoco es que voy a deprimirme por eso. Estamos locos todos, Lucas.

Es definitivo que algo que ha causado tanto terror en el mundo, lo causa también en quien aún no lo experimenta. Pero, ¿por qué tenemos que actuar todos como los millonarios, como los dueños de los países y eruditos de la economía? Esos que dicen que el impacto económico será y es grave, en un mundo en el que todo debería ser gratis.

Si tanto nos molesta lo que el otro hace, entonces sigamos siendo egoístas (ya que tanta experiencia tenemos), protejámonos como se debe con algo tan sencillo como lavarse las manos. Quizás de esta experiencia por fin aprendamos.


Salen a luz los «influencers» aprovechando la situación para ganar más seguidores, y muchos creyendo sus historias (como siempre); otros haciendo crecer el ego de Bukele pero sin hacer cambios importantes en sus propias casas, no solo por lo que sucede hoy, sino por las terribles cosas que se aproximan.

Qué triste es que nuestros hijos todavía vean los resultados de nuestra pobreza humana en todas sus dimensiones. Definitivamente estamos muy mal, pero mal, mal, mal. Y el planeta se está tomando un descanso, ya que nunca dejamos de jalarle el pelo como niños malcriados.

Muuuuchas gracias.

Managua, 16 de marzo del triste 2020
Ya con sueño.

sábado, 7 de marzo de 2020

El desempleo, la falta de oportunidades y la insensibilidad.

Como perfectos seres humanos, fallamos desde que abrimos los ojos cada día. ¿O acaso alguno de ustedes no peca? Sin embargo, tenemos la oportunidad de ser personas nuevas diariamente, aunque al final del día quizás no nos sintamos plenamente bien. Pero algo se puede hacer.

El hombre desde siempre ha tenido en sus manos el poder para tomar decisiones que pueden cambiar su vida y las de los demás, pero las acciones que pueden depender de la voluntad, sencillamente no se llevan a cabo, al menos no todo el tiempo.

Por ejemplo, ¿ha experimentado usted el desempleo? Pues yo sí y varios de los que leen este blog también. Y no escribo esto para ponerme sentimental ni tratar de llamar la atención como lo hizo Residente con su última canción titulada "René" (de esto escribiré luego).

Escribo esto porque en la red social LinkedIn, he venido notando desde hace varias semanas que muchos desempleados siguen divulgando que las empresas que ofrecen vacantes no están respondiendo a sus aplicaciones. A ver, lo aclaro porque hasta yo me enredé, la gente está enviando currículos y no están siendo notificados ni siquiera de que no han sido seleccionados para una entrevista. Es decir, para nada.


The Economist Intelligence Unit (EIU) advirtió que el desempleo en Nicaragua llegaría en 2019 al 9,1% y evaluó que en 2020 este indicador rozaría el 10%.
Eso, señoras y señores, es insensibilidad. Una excompañera de clases de Comunicación Social me dijo uno de estos días que parezco un Generalista de Recursos Humanos (creo que así fue como me dijo), porque mis comentarios acerca de este y otros temas delicados son acertados. No obstante, no busco protagonismo, sino que trato de aportar y hacer entender a los empresarios que los trabajadores son seres humanos, y que los desempleados experimentan situaciones muy difíciles, aunado a la falta de oportunidades que en un país como Nicaragua existe.


Así es, además de que los encargados de recursos humanos no se preocupan en esclarecer cómo seleccionan a los afortunados, las oportunidades son escasas. Al mismo tiempo, leo y leo que muchas personas ya desconfían de los procesos de las vacantes pues tienen todas las características de fraudulentas. Es decir, que al parecer ya el seleccionado fue llamado, pero publican las vacantes solo para cumplir con el requisito del financiador. Espero esto se entienda.

Ahora, ¿qué se podría hacer? Hombre, pues simplemente devuelvan la llamada, y alguna empresa debe aceptar el siguiente reto: PUBLIQUEN DE CUÁL MANERA SELECCIONAN AL PROFESIONAL PARA OCUPAR EL PUESTO VACANTE. ¿Cuál es el miedo? Sería algo admirable que todas las empresas luego emularán seguramente.

Otro día voy a escribir sobre los requisitos para esas vacantes, sobre los famosos 5 años en puestos de gerencia que algunos exigen para aplicar, y otras locuras impresionantes que uno se encuentra por las redes.

Si a alguien le molesta lo que se dice acá en OPINIÓN LIBRE, pues, un abrazo fuerte. Los dejo, porque mi mamá ya calentó la sopa.

Muuuchas gracias.

Managua, 7 de marzo de 2020.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Somos expertos para juzgar.

No se puede garantizar un hecho sin comprobar su veracidad; esto aplica en todos los aspectos de la vida.

No se puede decir que jamás caeremos en vicios, si se vive en un hogar donde alguien es alcohólico o fumador: de alguna manera esos comportamientos influyen.

No se puede decir que tenemos talento para algunas facetas como la arquitectura o el periodismo, si en un caso solo ansiamos hacer mucho dinero y en el otro, popularidad sin esfuerzo y sin pulir las habilidades.

Y tampoco se puede decir que Dios no existe, porque lo queramos o no, siempre sabemos que hay algo detrás de todo.

Emitir un juicio puede ser sencillo cuando no tenemos ni la mínima idea sobre cómo suceden las cosas.

Muuuchas gracias.

viernes, 14 de febrero de 2020

Ese bendito recibo que te dan en el super.

¿Cómo podemos hacer algo para no impactar al planeta? Pues consideremos las formas en que innecesariamente desperdiciamos nuestros recursos. Iniciemos por el papel. Al menos para mí no hay cosa más detestable que pagar por algo tan sencillo como un chicle (goma de mascar) en una pequeña tienda de conveniencia y que la persona encargada de la caja me entregue un recibo tan pequeño y a veces inútil que no tenga más remedio que inmediatamente tirarlo a la basura.

Estamos hablando de un trozo de papel cuya vida útil fue de no más de un minuto. Pregunto yo, ¿cuál es la utilidad de esto? Es cierto, quizás el recibo me sirva para algún reclamo por algún producto defectuoso, pero bastaría que el supermercado me brinde un código que puedo guardar en mi teléfono, en una libreta o hasta memorizarlo, y esto sería suficiente para mi posible reclamo. Y listo. No habría necesidad de ese papelito.


¿Guarda usted estos recibos o los tira a la basura inmediatamente?

Con esta medida todo seríamos beneficiados. Según la Resource Conservation Alliance, el 40% de los árboles talados en el planeta se usan para producir papel. Infortunadamente, la destrucción de los bosques es solo una parte del problema. https://www.mydatascope.com/blog/es/2018/03/08/residuos-de-papel/

La firma de investigaciones de mercado Gartner, Inc., estima que hasta el 3% de los ingresos de una compañía se gastan en papel, impresión, presentación y los costos para almacenar y mantener archivos.

Es decir, lo seguimos haciendo todo mal.

Ahora hablemos del agua. ¿Han notado cómo sus vecinos, o quizás ustedes mismos, derrochan el agua regando las aceras de sus casas? Piensen en cuánto tiempo esa acera estará mojada, posiblemente no más de 10 minutos debido al impacto del sol en ellas. Entonces, ¿por qué mejor no solo las barren para que se mantengan limpias? No es necesario "bañarlas". Quizás algún día comprendamos el impacto de nuestras ridículas acciones. Acá dejo un link de un artículo mío que publicó El Nuevo Diario hace un millón de años sobre este tema. http://www.bacanalnica.com/foros/viewtopic.php?t=64581

Me gustaría conocer a alguna compañía de comida rápida que rete a sus consumidores a llevar sus propios platos y cubiertos a sus restaurantes. Sería genial ver eso. Así evitaríamos crear tantos desechos de plástico, poliestireno (el famoso poroplast) y papel en nuestro país, o en todos los países del mundo. Es una verdadera lástima ver cómo nuestros recursos tienen tan poca vida útil.

¿Y qué decir de las pajillas? Ya hubo algunas empresas que decidieron no servir sus bebidas con pajillas, pero le dan la opción al cliente de solicitarla o no. Lo que deberían hacer es eliminarlas por completo. Admiro a algunas empresas y emprendedores que han tomado la iniciativa de producir pajillas reciclables o re-usables, pero ¿dónde están los gobiernos para apoyar este tipo de acciones?

Hay tanto por hacer con acciones tan sencillas. ¿Y ustedes? ¿Qué opinan?

Muuuchas gracias.