miércoles, 12 de febrero de 2020

Todas las empresas necesitan un comunicador.

Permítame elevar la voz, por favor: ¡TODAS LAS EMPRESAS NECESITAN UN COMUNICADOR! Disculpen si me exaspero, como diría mi estimado amigo Jerson Martínez. Los dueños de empresas deben comprender que sus trabajadores necesitan un nexo ineludible para sobrellevar muchas de las operaciones cotidianas.

Insisto, toda empresa necesita un comunicador. Sin embargo, esto no debe representar para ellas que el comunicador incrementará sus ventas o que hará que sus productos o servicios aparezcan gratis en los medios de comunicación. Un comunicador apoya todas las operaciones internas de una empresa, contacta a los medios de comunicación, desarrolla actividades para el funcionamiento armónico de los empleados, genera información útil para la empresa, y mucho más. 

Las funciones del comunicador incluyen dirigir a los colaboradores en temas digitales, como diseñadores gráficos, community manager y otros. Las empresas deben comprender que un comunicador no debe ser un pulpo que hace todo, aunque es comprensible que maneje de todo en estos dorados tiempos.

Pero hay un problema...

Los empresarios piensan que un comunicador resolverá todos sus problemas, pero está comprobado que estas asignaciones deben estar a cargo de los departamentos correspondientes, como marketing, mercadeo, ventas, o como quieran llamarlos. 

Cuán importante es un comunicador para levantar la reputación corporativa de una compañía. Claro está que si se trata de un emprendimiento tenemos que esperar que ese negocio crezca para invertir en un comunicador. Sin embargo, si las empresas tienen para "mal" invertir sus recursos en publicidad que quizás no les beneficie en mucho, ¿por qué no hacerlo en un comunicador que pueda sugerir mejores decisiones?

Para Joan Costa, uno de los expertos más importantes en el tema de comunicación empresarial, “en la empresa todo lo que se lleva a cabo, todo lo que se planea, todo lo que se planifica tiene una ambición o un objetivo, que es la eficacia. Y para ser eficaces, la comunicación que es una herramienta de intercambio, se convierte en un instrumento estratégico de primer orden”.

Además, las tareas de un comunicador van desde lo sencillo hasta lo complejo. Por ejemplo, la creación de un boletín interno para el disfrute de los trabajadores, así como la propagación de los éxitos empresariales NUESTROS al público en general.

Piénsenlo bien, un comunicador puede ser el puente que una empresa necesita para mantener una relación cálida y fluida con los trabajadores.

Muchas gracias. 

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